¿Por qué una cooperativa y no una empresa tradicional? Muchos emprendedores se preguntan cómo crear una cooperativa productiva desde cero. "La unión hace la fuerza" es mucho más que un refrán popular. En un mundo donde la competencia y las barreras de acceso al mercado son cada vez mayores, las cooperativas permiten que pequeños productores y emprendedores se unan para alcanzar objetivos que serían difíciles de lograr de manera individual. Algunas razones clave para optar por una cooperativa en lugar de una empresa tradicional son: Economías de escala: La compra conjunta de insumos, la comercialización en grupo y el uso compartido de infraestructura permiten reducir costos y aumentar la rentabilidad. Mejor poder de negociación: Un grupo organizado tiene mayor capacidad para negociar precios justos con proveedores y clientes, evitando la intermediación abusiva. Innovación colectiva: Al unir talentos, conocimientos y recursos, se pueden desarrollar productos y servicios más competitivos e innovadores. Impacto social: Las cooperativas no solo buscan rentabilidad, sino que también generan bienestar para sus socios y comunidades, fomentando la equidad y la solidaridad. Para crear una cooperativa productiva exitosa, se deben seguir estos seis pasos: Paso 1: Identificar la oportunidad de negocio cooperativo Toda cooperativa nace para responder a las necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales de sus socios. Por ello, el primer paso es analizar si existe una oportunidad de negocio viable basada en la cooperación. Algunas preguntas clave para definir la idea de negocio son: ¿Qué problema o necesidad queremos resolver? ¿Quiénes serían nuestros socios y qué pueden aportar? ¿Existe demanda para nuestros productos o servicios? ¿Cuál es la ventaja de trabajar en forma cooperativa en este negocio? Ejemplo: ASOPROAGRIPEDRO, una cooperativa de pequeños productores de flores en Tabacundo, nació cuando los socios identificaron la necesidad de exportar directamente sus productos sin depender de intermediarios. Paso 2: Construir un equipo comprometido y establecer valores compartidos Crear una cooperativa es sencillo desde el punto de vista legal, pero formar un equipo de socios con mentalidad cooperativista es el verdadero desafío. Una cooperativa exitosa requiere socios comprometidos con los principios de solidaridad, ayuda mutua y participación democrática. Para ello, es fundamental: Seleccionar bien a los socios fundadores, asegurando que compartan una visión común. Establecer reglas claras desde el inicio sobre derechos y responsabilidades. Capacitar a los socios en cultura cooperativa, para evitar conflictos internos y fortalecer la confianza. Ejemplo: Las cooperativas lecheras del Salinerito, en la Provincia de Bolivar han mantenido su éxito desde hace más de 50 años gracias a la fuerte cohesión entre sus socios y la claridad en sus valores y objetivos. Paso 3: Elaborar el modelo de negocio cooperativo Una cooperativa es, ante todo, una empresa que debe planificarse estratégicamente para garantizar su viabilidad. Para ello, se recomienda trabajar en tres niveles: Planificación estratégica: Definir la misión, visión y objetivos a largo plazo. Planificación operativa: Determinar cómo funcionará la cooperativa en el día a día. Plan de negocio: Incluir un análisis de mercado, proyección financiera y estrategias de crecimiento. Ejemplo: “Organización de Productores de Cacao SABOR ARRIBA”, conformada inicialmente desde 3 grupos familiares de Esmeraldas, que logro desarrollarse y consolidarse en el mercado premium gracias a una estrategia bien definida de calidad y valor agregado. Paso 4: Financiamiento inicial y acceso a mercados Uno de los errores más comunes en la creación de cooperativas es depender exclusivamente de financiamiento externo. El aporte económico de los socios es clave para garantizar autonomía y compromiso. Algunas fuentes de financiamiento son: Aportes iniciales de los socios. Créditos de cooperativas de ahorro y crédito, bajo el principio de "Cooperación entre Cooperativas". Prefinanciamiento con clientes a través de contratos de venta anticipada. Además, es crucial diseñar una estrategia de comercialización para conectar con los mercados adecuados. Esto puede incluir: Venta en circuitos cortos como en ferias y mercados locales. Exportación mediante certificaciones de calidad y comercio justo. E-commerce y uso de redes sociales para promoción. Acceso al mercado de compras públicas donde las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria se benefician de políticas de “discriminación positiva” Ejemplo: NORANDINO en Perú, cooperativa de pequeños productores de café, cacao y panela, que ha logrado posicionar sus productos en mercados internacionales gracias a una estrategia de comercialización efectiva diferenciandose de la competencia con productos de calidad, orgánico y del comercio justo. Paso 5: Formalización legal y marco normativo Para operar legalmente, una cooperativa es importante que los socios tengan nociones básicas sobre el marco jurídico cooperativista ecuatoriano, que incluye: Constitución de la República del Ecuador. Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria (LOEPS). Reglamento a la LOEPS y resoluciones de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS). Resoluciones de la SEPS, etc… El proceso de legalización incluye: Definición del Objeto Social y Nombre de la Cooperativa Reserva de dominio ante la SEPS Redacción de los estatutos desde la pagina web de la SEPS. Registro en la SEPS. Obtención del RUC y permisos necesarios. Paso 6: Gestión eficiente y toma de decisiones democráticas El éxito de una cooperativa depende de encontrar un equilibrio entre la participación democrática y la gestión profesional. Para ello, se recomienda: Separar la parte operativa de la parte asociativa. Los socios deciden las estrategias, pero la ejecución debe estar a cargo de un equipo técnico profesional. Implementar herramientas de control y evaluación. Fortalecer la capacitación continua para mejorar la competitividad. Ejemplo: El Grupo Cooperativo Mondragón del País Vasco español, que tiene actividades concentradas en el sector industrial, de servicios y de consumidores ha logrado mantenerse competitivo combinando gestión profesional con participación democrática de sus socios-trabajadores. Hoy el grupo Mondragón son más de 70.000 socios, organizados en 90 cooperativas que facturan anualmente cerca de 12.000 millones de Euros. Conclusión: Convertir el sueño cooperativo en una realidad, si es posible! Las cooperativas productivas son una alternativa viable y sostenible para generar empleo, fortalecer la economía local y mejorar la calidad de vida de sus socios. Sin embargo, su éxito depende de una planificación adecuada, un equipo comprometido y una gestión eficiente. Cualquier grupo de personas con un propósito común puede construir una cooperativa exitosa si sigue estos seis pasos con determinación y visión a largo plazo. ¡Es hora de convertir el sueño cooperativo en una realidad!